- Grasas no saludables: los alimentos ricos en grasas saturadas están relacionados con la inflamación gingival.
- El alcohol: su ingesta es un factor de riesgo para padecer cáncer oral y periodontitis.
- Alimentos y bebidas ácidas: favorecen la erosión del esmalte y provocan aumento de la sensibilidad dental.
- Las bebidas carbonatadas: el problema con ellas no es tanto el azúcar que contienen (que también), sino su pH ácido, que erosiona el esmalte y la dentina, facilitando la aparición de hipersensibilidad. Si se consumen, es recomendable un buen enjuague después.
- Las salsas industriales: el ketchup, la salsa de soja y el vinagre balsámico, al igual que el café, tiñen el esmalte y, lo peor, es que contienen una gran cantidad de azúcares (sí, aunque sepan salado), y el azúcar provoca caries.
- Las patatas fritas (de bolsa): contienen almidón, que se transforma en ácido y ataca el esmalte. Si no se puede resistir el deseo de este picoteo, es importante lavarse bien los dientes después y utilizar hilo dental.